Nos vamos hasta Sevilla con @mariavillota y @SandraMoti ¡Estamos deseando escucharos! http://ow.ly/pC6VQ #RandstadAlgoMás cc/@LQDVI
@mariavillota nos emociona e inspira con su historia llena de coraje y compromiso #RandstadAlgoMás #Sevilla
La cita de valores en Sevilla tuvo lugar en el Hotel Barceló Renacimiento. Los protagonistas de esta edición fueron Sandra Ibarra y María de Villota. Ambas ejemplo de superación y optimismo.
Sandra Ibarra traslada optimismo y entereza ante las dificultades que le ha puesto la vida. Con 20 años le diagnosticaron leucemia y tuvo que empezar a luchar por su vida. Tras sesiones de quimioterapia y un trasplante de médula pudo seguir adelante, pero ella no era la misma, su escala de valores había cambiado.
Sandra quiso ayudar a otros enfermos de cáncer y poder dar la información y apoyo que ella no había tenido. Desgraciadamente, años después, el cáncer volvió a dar positivo en una analítica. Fue uno de los días más duros de mi vida; me preguntaba para qué había luchado, para qué me dedicaba a luchar por los demás” asegura.
Sandra volvió a superar el cáncer y encontró en él su motivación personal,la Fundación Sandra Ibarra de Solidaridad frente al Cáncer: “Nunca imaginé que gracias al cáncer iba a encontrar mi leyenda personal, lo que hace que te levantes cada día con ilusión”. De las adversidades que ha afrontado, Sandra se queda con una lección clara: “Ojalá todos pudiéramos vivir durante un tiempo como si fuera la última vez, para recordarnos lo privilegiados que somos, la cantidad de cosas que nos perdemos por no prestar atención”.
María de Villota es un icono de superación y un referente en el deporte español. Desde pequeña quiso seguir los pasos de su padre, Emilio de Villota, y hacerse hueco en el exigente mundo de la fórmula 1. A pesar de la dificultad de desarrollarse en un mundo de hombres, ella creía que nada era imposible.
Poco después de alcanzar su sueño de competir en la Fórmula 1, sufrió un grave accidente y tuvo una larga y dolorosa recuperación. A pesar de que puso todo de su parte para la recuperación, las secuelas internas provocaron su muerte un año y tres meses después. Como ella aseguraba, pudo disfrutar de una “segunda vida” en la que quiso hacer algo por los demás, transmitiendo su energía positiva, compartiendo los valores que le acompañaron siempre y le ayudaron a alcanzar su sueño.
María siempre había defendido que lo que de verdad importa es “ser siempre nuestra mejor versión”. Ella lo fue, y nos ha dejado un ejemplo a seguir.
personas ya forman parte de randstad valores