El Better Life Index mide aspectos como el balance vida-trabajo, la seguridad, la salud, el empleo, los salarios o el medio ambiente, entre otros. España es el cuatro país del ranking que elabora la OCDE. ¿Cómo se puede mejorar este equilibrio en las compañías? en los líderes empresariales recae el reto de enfrentarse al desafío de alcanzar una gestión flexible, equilibrada, exitosa y capaz de retener el talento
En los últimos años ha cobrado impulso todo lo referido al balance entre vida profesional y privada, el work life balance, o lo que antes llamábamos conciliación. A pesar de ello, desde 2010 la conciliación ha descendido a los últimos puestos en los retos en gestión de personas ya que muchas empresas han priorizado otro tipo de cuestiones. Sin embargo, las crisis son épocas de oportunidades, de desarrollo de fortalezas, de valentía, coraje y optimismo. De resiliencia y competitividad. De adaptación al cambio y liderazgo.
El work-life balance es una filosofía de gestión de recursos humanos que busca incrementar la productividad y la motivación del personal a través de un mayor equilibrio entre la vida personal y la profesional, persiguiendo tanto la eficiencia empresarial como el desarrollo laboral y personal del empleado. Las personas estables, equilibradas, que gozan de bienestar, son más productivas. Si la empresa colabora en el logro de esas metas, obtiene no sólo eficiencia, también menos estrés y una disminución del riesgo de accidentes laborales, menor rotación, menos absentismo, menos conflictos internos, más motivación, mejor actitud y satisfacción por parte de sus empleados, más compromiso con la organización… Y se convierte en un foco de atracción y retención del talento.
Del equilibrio nacen la creatividad, el optimismo y la inspiración. Pese a que desde muchas compañías se perciben estas medidas como una ingente inversión de recursos, lo cierto es que la mayoría requiere fundamentalmente de flexibilidad, compromiso y coherencia. Es algo que tiene mucho más que ver con la cultura y la actitud que con los costes. Una apuesta por el propio capital humano que no deja de ser una estrategia de negocio, tan sostenible como focalizada en el talento y el desarrollo de los empleados.
El work-life balance es una filosofía de gestión de recursos humanos que busca incrementar la productividad y la motivación del personal a través de un mayor equilibrio entre la vida personal y la profesional
El equilibrio vida-trabajo en España
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), España es el cuarto país con mejor equilibrio vida-trabajo. Con una puntuación de 8,8, sólo superan a España en este apartado Francia, Dinamarca y los Países Bajos. Los datos aparecen en el Better Life Index, un índice elaborado por la OECD que puntúa aspectos como el balance vida-trabajo, la seguridad, la salud, el empleo, los salarios, el medio ambiente, la educación y otros factores de 38 países para valorar la calidad de vida.
A pesar de esta buena posición, el informe afirma que “es recomendable que España fortalezca sus políticas para combinar el trabajo y la vida familiar”. Y es que, si atendemos a los horarios laborales que superan las 50 horas semanales, nos situamos por debajo del promedio de la OCDE (un 6% frente al 13%). Dedicamos el 66% del día al cuidado personal y al ocio, bastante por encima del promedio de la OCDE (somos los cuartos en este apartado). A pesar de ello, resulta difícil combinar trabajo y vida familiar, tanto las tasas de empleo femenino como las de natalidad son de las más bajas de la OCDE (1,3 hijos por mujer) desde hace dos décadas.
Lo cierto es que en plena era de cambios –generacionales, digitales, sociales… – la flexibilidad y la adaptación son la clave para brillar en el futuro. Y es que un trabajador satisfecho, es un trabajador más productivo. Concretamente, un 20% más (según un estudio realizado por Morgan Redwood). En definitiva, lo laboral y lo familiar no son realidades diferentes, sino dos escenarios tan convergentes como dependientes en la vida de cualquier persona.
España es el cuarto país con mejor equilibrio vida-trabajo. Con una puntuación de 8,8, sólo superan a España en este apartado Francia, Dinamarca y los Países Bajos. Los datos aparecen en el Better Life Index, un índice elaborado por la OECD.
Experiencias de éxito
En el XI Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles, celebrado el pasado mes de noviembre con la participación de destacadas empresas nacionales se habló precisamente de la flexibilización de los horarios laborales como uno de los sistemas más efectivos de work-life balance.
El último informe Employer Branding: cuando la percepción puede convertirse en realidad realizado por Randstad en 25 países demuestra que, además del salario, los principales motivos para que los profesionales de talento cambien de trabajo son la estabilidad laboral, el buen ambiente de trabajo y las medidas de conciliación. Sin embargo, en las empresas más potentes de esos mismos países destacan por su sólida gestión o su salud financiera, mientras que la conciliación no aparece hasta el décimo puesto de la lista. También destaca que el 55% de los empleados a nivel mundial preferiría un horario más flexible.
En España la importancia del buen ambiente laboral va ganando posiciones con respecto a pasados años, aunque se aprecian diferencias entre los distintos perfiles, siendo especialmente relevante para las mujeres, los empleados con formación universitaria y aquellos que tienen entre 25 y 45 años. Los sectores de servicios empresariales, electrónica de consumo y gran consumo, son los más deseados atendiendo al capítulo de work-life balance y para las personas con entre 25 y 45 años con formación superior. El 75% del total de los trabajadores preferiría algún tipo de teletrabajo (ocasional o habitual).
Estabilidad laboral, el buen ambiente de trabajo y las medidas de conciliación, son los motivos principales por lo que los profesionales cambiarían de trabajo
El papel de los directivos
El carácter innovador de los directivos es un factor clave, ya que son ellos los que deben inspirar una disciplina que no coarte las transformaciones y empuje a empresas y empleados no ya a adaptarse, sino a acoger con entusiasmo y compromiso los cambios. Un CEO es una figura central para cualquier firma: su capacidad de liderazgo y su filosofía influyen directamente sobre la productividad de los empleados, el ambiente laboral, el impulso de la innovación…
Pilar Rojo, Profesora de IE Business School y directora del HR Center y Club de Benchmarking de RRHH, asegura en la revista Harvard Deusto Business Review que “en las empresas que ofrecen más medidas de conciliación a mayor porcentaje de trabajadores, la productividad corporativa mejora” ya que “estos las perciben como programas que les benefician, y reaccionan aportando a la empresa un mayor compromiso y/o esfuerzo, factores que contribuyen a mejorar la eficiencia organizativa”.
El papel que juegan jefes, directivos y la propia cultura empresarial es determinante. La conciliación está ligada a la competitividad y a un mayor esfuerzo y compromiso del empleado, pero el apoyo de los managers hacia esa integración entre lo profesional y familiar, así como los posibles efectos sobre la carrera del empleado, son cruciales.
En los directivos recae no sólo la iniciativa para la implantación de medidas, también la tarea de generar una cultura de conciliación y un clima de comunicación para que éstas sean abordadas. Si la cultura empresarial no es favorable a dichas medidas el trabajador será reacio a acogerse a ellas. En realidad, la ecuación es simple. Un empleado más satisfecho, con menos estrés, con menos ganas de cambiar de compañía y más comprometido con sus funciones y su empresa, rinde más y mejor.
De las empresas depende, pues, ser capaz de beneficiarse y ofrecer simultáneamente una filosofía de gestión equilibrada y basada en valores que van desde el optimismo, el afán de superación, la solidaridad, el compromiso (de empleados con las firmas y viceversa) como con el coraje y la determinación precisas para emprender la senda de la implantación de este tipo de medidas y la disciplina necesaria para que funcionen.
Conceptos básicos en toda estrategia de gestión que han de abordarse con entereza y que, incorporados a la propia cultura empresarial, servirán para hacer a las compañías más fuertes, convirtiéndolas en ejemplos de referencia para otras compañías, así como un foco de esperanza para futuros empleados y emprendedores.
PERSONAS YA FORMAN PARTE DE RANDSTAD VALORES