Anne Dauphine

"No podemos añadir días a la vida, pero si podemos añadir vida a los días."

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"No podemos añadir días a la vida, pero si podemos añadir vida a los días"

"Debemos preguntarnos cómo, no por qué"

Biografía

La historia de Anne-Dauphine Julliand es una historia de amor y felicidad. Esta mujer ha sido capaz de sobreponerse a la peor desgracia que puede sufrir una madre. Cuando su segunda hija, Thaïs, cumplía dos años, le diagnosticaron una terrible enfermedad neurodegenerativa que le conduciría a la muerte en poco tiempo.

En ese momento, Anne-Dauphine sintió que su “vida perfecta” se paralizaba. No estaba preparada para soportar una desgracia así. Ella y su marido Loïc se plantearon muchas preguntas pero nunca ¿por qué? “Esa pregunta no tiene respuesta, ¡te hace volverte loco!”. En su lugar, se preguntaron ¿cómo? “¿Cómo se puede acompañar a una hija durante su corta vida?” Ante la certeza de que su hija iba a morir, de que no podría “añadir días a su vida” optó por “añadir vida a sus días”.

Este nuevo enfoque le dio fuerzas, prometió a su hija darle una vida feliz. Thaïs murió antes de cumplir los cuatro años. Durante este tiempo, fue una niña feliz porque nunca le faltó el amor de su familia. Al final, “sólo era un corazón latiendo en un cuerpo”. Anne-Dauphine no lo veía así: “el corazón latiendo es el símbolo de la vida, del amor, de lo que de verdad importa”. “Mi hija me enseñó el amor incondicional”. Por supuesto, Anne-Dauphine está triste por la pérdida de Thaïs, pero a la vez tiene un profundo sentimiento de paz interior: “Acepto mi vida. La vivo realmente, los momentos difíciles, con lágrimas, los felices, con alegría”.

La vida es difícil pero “eso no es un fracaso. El dolor, la muerte, forman parte de la vida”. La adversidad forma parte de la vida. La clave está en la respuesta que decidimos elegir en esos momentos. La resiliencia, es decir, la capacidad de recuperación y de salir fortalecidos de una situación de adversidad, es lo que puede marcar la diferencia, también en el terreno profesional.

Años más tarde, Dauphine tuvo otra hija, Asiris, que nació con la misma enfermedad que Thais. En esta ocasión, al detectarla en su primera fase, le realizaron una peligrosa intervención para salvarle la vida. La operación salió bien, Asiris salió del hospital y ya tiene siete años. Sin embargo, quedó parapléjica, y su cerebro sufrió daños irreversibles.

Para Anne-Dauphine lo que de verdad importa es “elegir cómo vivir tu propia vida”.

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