Josu Feijoo

"A día de hoy no hay nada que me haya propuesto y la diabetes me haya impedido hacer"

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"A día de hoy no hay nada que me haya propuesto y la diabetes me haya impedido hacer"

"Confío en que coronéis el Everest que tenéis cada uno fuera. Pero que lleguéis a la cima porque si yo puedo, podéis vosotros"

Biografía

Para Josu Feijoo no hay limitación tan grande como para impedirle lograr un objetivo. Tiene 50 años y es el primer y único astronauta diabético del mundo; también el único en conseguir el Gran Slam.

Josu tenía 24 años cuando, en una visita rutinaria al médico, le diagnosticaron un elevado nivel de glucosa en sangre, lo que acabó siendo una diabetes de tipo 1 que le convertiría en insulinodependente para el resto de su vida.

La médica, en aquel entonces, fue clara: “Josu, olvídate de escalar el Everest”. Y Josu le pregunto al instante: “¿Y me olvido también de ser astronauta?”. Ese había sido su sueño desde que tenía uso de razón.

Pero, a pesar de las indicaciones médicas, Josu decidió hacer una expedición en el Polo Norte, y después en el Polo Sur, y más tarde hizo historia al ser el primer diabético en pisar la cima del Everest. Siempre controlándose de forma regular e inyectándose insulina. “Solo hay 4 días al año en los que puedes hacer cima al Everest. No puedes fallar. Tienes que levantarte cada día de la expedición como si fueses a conquistar la cima”.

Consiguió conquistar la cima en su sexto intento pero asegura que las otras cinco le han servido para aprender de sus errores. “A día de hoy no hay nada que me haya propuesto y la diabetes me haya impedido hacer”, apuntó orgulloso.

Su ambición por convertirse en astronauta le llevó a prepararse durante años para superar las pruebas, tanto físicas como psicológicas, para la NASA.

Consiguió el certificado de la NASA de astronauta y, aunque no todos los que logran este certificado consigue viajar al espacio, Josu ganó la plaza y podrá hacerlo dentro de poco. “Voy a aprovechar que voy a ir al espacio exterior, supervisado por científicos y médicos, para probar medicamentos y ver cómo se comporta la glucemia en condiciones de gravedad cero y sacar conclusiones para ver si se podemos curar la diabetes infantil en tierra”.

Su historia tiene un mensaje claro: quiere concienciar a la sociedad de que cualquier persona, con cualquier característica, puede conseguir todo. Y finaliza con un consejo: “confío en que coronéis el Everest que tenéis cada uno fuera, independientemente de si es empresarial o personal. Pero que lleguéis a la cima porque si yo puedo, podéis vosotros”.

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